Esta mañana he tenido la oportunidad de poner a prueba dos nuevos elementos de ocio que han llegado recientemente a mi vida: por un lado la moto, que a sus 31 años de edad quería probar cómo se comporta en trayectos más largos. Con la ruta hasta Jávea entre ida y vuelta han sido unos 240 kilómetros muy cómodos. No tiene la potencia y la frenada de la Tiger, pero va bien. También hecho de menos el baúl trasero, y por más que he buscado en e-bay no he encontrado nada.
También he aprovechado para estrenar el accesorio ventosa para la GoPro Hero, tanto en modo video como en disparo de fotos por intervalos. Ha quedado demostrado que la ventosa se agarra como una lapa. Según el prospecto puede aguantar velocidades de hasta 150 millas por hora, unos 240 kilómetros por hora, una velocidad que dobla la permitida en autopista, y que ni por hardware ni por software creo que alcance en mi vida.
Pinchando en este enlace se puede ver el video de la subida al castillo de Cullera. Queda demostrado que en el depósito se queda un pelín bajo el punto de vista, por lo que tendré que añadirle algún suplemento para que se vea la carretera y no sólo el cuadro de mandos.
Pinchando en este enlace se puede ver el video de la subida al castillo de Cullera. Queda demostrado que en el depósito se queda un pelín bajo el punto de vista, por lo que tendré que añadirle algún suplemento para que se vea la carretera y no sólo el cuadro de mandos.
Un "selfie" aprovechando el intervalómetro.
Me encanta el gran angular de esta cámara.
Ya no tengo que soltar el manillar para hacer fotos mientras conduzco.